Mi Camino Hacia la Acupuntura: De la Traducción a la Sanación

La primera vez que supe sobre acupuntura no fue en una clínica ni a través de una experiencia personal de sanación. Fue mientras ayudaba a traducir un libro de inglés a portugués sobre acupuntura. A medida que avanzaba en la traducción, me sumergí en conceptos como los meridianos, el flujo de energía, el equilibrio entre el yin y el yang, y cómo la estimulación de ciertos puntos del cuerpo podía restaurar la armonía. Me fascinó. Todo tenía tanto sentido para mí que supe que debía aprender más.

Del Shiatsu a la Acupuntura: Un Camino de Aprendizaje

Mi curiosidad me llevó a explorar diferentes formas de trabajo energético. Comencé a practicar qigong, lo que me ayudó a sentir la energía en mi propio cuerpo y a comprender cómo se movía. Luego estudié Shiatsu, una técnica de masaje japonesa basada en los mismos principios que la acupuntura, pero en lugar de agujas, se aplica presión en puntos energéticos.

A través del Shiatsu, aprendí a identificar bloqueos de energía y a liberarlos con mis manos. Adquirí una comprensión más profunda de cómo la energía debe fluir libremente por el cuerpo para mantener la salud. Este conocimiento se convirtió en una base fundamental cuando finalmente decidí estudiar acupuntura.

Mi Enfoque: Escuchar Primero al Cuerpo

Cuando trato a un paciente, no comienzo con agujas de inmediato. Primero, escucho al cuerpo, utilizando técnicas de presión para detectar bloqueos y comprender qué necesita la persona en ese momento. Luego, aplico agujas estratégicamente para liberar la energía estancada y restaurar el equilibrio.

Me especializo en alivio del dolor, estrés y ansiedad, y fertilidad, y a lo largo de los años he sido testigo de increíbles transformaciones. Desde personas que han vivido con dolor crónico durante años hasta aquellas que buscan equilibrio emocional o apoyo en su proceso de fertilidad, la acupuntura les ha ayudado a reconectar con su bienestar.

Historias de Éxito: El Poder de la Acupuntura

Sanando una Alergia de Forma Natural

Una de las experiencias más gratificantes que he tenido fue ayudar a una joven que viajaba por Europa desde América. De repente, desarrolló una erupción con picazón y granitos rojos en el pecho y los brazos. Se sentía incómoda, irritada y asustada, ya que nunca antes había experimentado algo así.

Vino a verme buscando alivio. Desde la primera sesión, sus síntomas comenzaron a desaparecer. Para la segunda sesión, su piel estaba completamente limpia y pudo continuar su viaje sin más reacciones alérgicas.

A veces, el cuerpo reacciona de forma inesperada a cambios en el entorno, la alimentación o el estrés. En su caso, primero me enfoqué en relajar su sistema nervioso, luego utilicé terapia de ventosas para ayudar a eliminar toxinas, y finalmente apliqué puntos de acupuntura para fortalecer su sistema inmunológico. La combinación ayudó a restaurar el equilibrio de su cuerpo de manera natural.

Recuperando la Sensación en el Rostro

Otra paciente, una mujer de 84 años, vino a verme con varios problemas de salud, pero su principal preocupación era la sensación de entumecimiento en el rostro, especialmente alrededor de la boca y la frente. Llevaba un tiempo sintiéndose así y no sabía si algo podría ayudarla.

Me enfoqué en relajar su cuerpo y su sistema nervioso primero, luego apliqué acupuntura en su rostro mientras realizaba reflexología en sus pies. Se relajó tanto durante la sesión que se quedó dormida. Al final del tratamiento, ya no sentía entumecimiento en su rostro.

Al principio, venía a verme cada dos semanas, pero ahora solo necesita tratamiento dos veces al año para mantener su bienestar. Este es un gran ejemplo de cómo la acupuntura y la reflexología pueden apoyar la salud a largo plazo.

Cómo Quiero Que Se Sientan Mis Pacientes

Para mí, lo más importante es que cuando alguien viene a verme, se sienta tranquilo, empoderado y renovado. Quiero que sepan que están en un espacio seguro donde su cuerpo será escuchado y tratado con cuidado.

Si alguien prueba la acupuntura por primera vez y se siente inseguro, siempre le aseguro:
«La acupuntura se ha utilizado durante siglos porque funciona. No hay nada que temer. Las agujas son muy finas y no duelen, y después de la sesión te sentirás mucho mejor.»

La sanación es un proceso natural, y estoy aquí para guiar a cada persona en su camino hacia el bienestar.